Después de pasar unos días en Berlín he decidido que no era interesante colocar ninguna foto de la ciudad a pesar de que me ha encantado. Estoy seguro de que volveré a Berlín, una ciudad tolerante, cívica, espaciosa, progre... Me dio mucha alegría pasear a lo largo del muro y encontrar el mural de Ignasi Blanch en una radiante mañana de domingo. El mundo es un pañuelo.