Ayer tuve la suerte de contar con un poquito del tiempo de Hernán, que posó para una sesión fotográfica conmigo. Es un tipo realmente adorable, y en este punto, se habrá dibujado una sonrisa maliciosa en tu rostro si has visto las fotos, pero no. Tuve que darle las gracias por partida doble: por su tiempo y por ser una persona tan cercana, espontánera y natural.
Hernán dice que nunca se ha creído guapo. Yo discrepo: creo que es guapo por fuera y sé que es guapo por dentro.